Se acabó. Me refiero a todo en general. A todo lo que hasta ahora me ha parecido lo correcto, lo mejor, lo bueno. Se acabó la persona que creía que quería ser. Porque me he dado cuenta de que lo correcto no es lo mejor. De que complacer a la gente da igual si no te complaces a ti misma. De que ni siquiera intentando complacer, complaces. Entonces, ¿para qué? La vida no es eterna. Vivimos de media aproximadamente unos 80-85 años, tal vez más. Y al final, ¿qué es lo que te llevas? Pues nada. Al final del camino no te queda absolutamente nada. Te quedas tú, tu cuerpo descomponiéndose en una caja bajo tierra o un montón de cenizas dentro de una urna y sí, vale, gente que se acuerda de ti y echa alguna lagrimilla durante cierto tiempo. Pero ni siquiera el recuerdo dura siempre. Tengo 16 años practicamente recién cumplidos, y ya me he llevado más decepciones de las que jamás pensé que me podría llevar. Así que se acabó. Se acabó todo. Que si me apetece bebo, y si me da por fumar, pues mira, también. A partir de ahora todo en lo que pensaré será en lo que tengo delante. En si quiero galletas o tostadas para desayunar. En si me pongo vaqueros o falda. En si hoy salgo de fiesta o vamos de tranquis. A partir de ahora nada significará nada, y todo significará todo. A partir de ahora mucho rock and roll. A partir de ahora sin restricciones. Sin dudas. Sin miedo. A partir de ahora pelo suelto y tacones. Para dejar huella.
domingo, 27 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
HIgh Voltage
"No se puede hacer música sin una guitarra eléctrica.
[...]
La música necesita electricidad. Igual que tú."
miércoles, 23 de mayo de 2012
The other side
Hay personas que deberían llevar escrito en la frente cómo son de entrada. Por eso de ahorrar tiempo digo. Deberían llevar carteles donde dijeran: "no te acerques, porque no voy a quererte" u otros que dijeran "no soy alguien de quien te puedas fiar". Entonces te ahorrarías todo ese proceso de conocerla, encariñarte, confiar en ella, compartir momentos y todas esas cosas, para al final, llevarte una graaaaaan decepción. Porque esas decepciones nunca son pequeñas. Aunque también deberían llevar carteles que pusieran "ven, acércate, conóceme, voy a saber quererte como te mereces y no te fallaré". Así, no tendrías miedo de elegir a la persona equivocada y pasar por alto a aquella que realmente vale la pena, ¿no? Pero claro, también está la cuestión moral, diréis. Ese tipo de cosas no te las pueden dar hechas, te predisponen, y nunca te acercarías a las personas porque realmente quisieras saber de ellas, simplemente lo harías porque sabes que son buenas. Es curioso, lo bueno y lo malo, es como una línea muy fina y desdibujada que no se sabe muy bien dónde empieza y dónde acaba, cúando lo bueno empieza a ser malo y cuando lo malo deja de serlo. Porque dicen que algo que te hace sonreír no es malo, sino bueno, pero ¿y todas esas falsas sonrisas? ¿dónde quedan? También dicen que lo que te hace llorar es malo, y que hay que desprenderse de ello cuanto antes, pero relamente, ¿todo lo que te hace llorar es malo? Porque yo no lo creo.
Pasamos todos y cada uno de los días de nuestra vida frente a esa línea. Cada vez que conocemos a alguien, cada vez que decidimos querer o no querer, cada vez que decidimos dejar a alguien atrás o acompañarle hasta el final, estamos cruzando la línea. Pero es que no hay otra manera, porque no hay tres sin dos, no hay héroe sin villano, no hay bueno sin malo.
No puedes elegir quedarte en un único lado de la línea. Porque al otro lado también te están esperando. Y ¿quién sabe? Quizás sea mejor...martes, 15 de mayo de 2012
Surrender
Hoy es uno de esos días. Esos en los que te despiertas y no sientes nada. Te levantas vacía, ni siquiera sabes qué quieres para desayunar, y mucho menos qué quieres hacer contigo, con tu vida. Es de esos días en los que no sabes si quieres comerte el mundo o prefieres dejar que te coma él a ti. Que parece que eres incompatible con todo, que ni el papel que tienes en frente te entiende. Porque en realidad no sabes ni lo que estás escribiendo, intentas desahogarte pero no te salen las palabras. Y tienes la maldita necesidad de llorar pero tampoco te salen las lágrimas, porque ni siquiera ellas te van a dar el gusto. Y entonces te cierras en tu mundo, ya que el de fuera parece que se ha propuesto arruinarte el día a toda costa. Y piensas. Y como todos los días en los que te pasa eso, llegas a la misma conclusión:
EL PROBLEMA LO TIENES TÚ.
lunes, 14 de mayo de 2012
No será fácil mantener las ganas en vela
Dime quién te enturbia el sueño del ocaso a la mañana, quién hipotecó
la risa y embargó tus ganas de asomarte al mundo, de abrir todas las
ventanas. Dime por quién mojas tus pestañas. Dime qué enfría tu cama,
qué te hace cerrar los bares, quién te trajo estos fantasmas, por qué
cambiaron los planes y acabaste solo allá donde nunca hay flores, donde
no existen colores. Dime si es verdad que tienes banca rota de ilusiones
y en tu negro corazón cien alfileres.
Nos quedan los recuerdos, los brindis, las ciudades, el whisky, el hielo, los caminos, las canciones, los ríos, las montañas, donde poder perdernos y evitar mil lágrimas al alba, mil lágrimas al alba mojando tu mirada y ahogando tu alma.
Nos quedan los recuerdos, los brindis, las ciudades, el whisky, el hielo, los caminos, las canciones, los ríos, las montañas, donde poder perdernos y evitar mil lágrimas al alba, mil lágrimas al alba mojando tu mirada y ahogando tu alma.
domingo, 13 de mayo de 2012
Déjame que te remache sonrisas de hierro
viernes, 11 de mayo de 2012
Podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía
No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
G.A.Bécquer
miércoles, 9 de mayo de 2012
¿Sociedad o suciedad?
“Las sociedades quieren regirse por algo llamado
moralidad, pero en realidad, se rigen por algo llamado ley.” Y por algo llamado estupidez. Criticamos todo lo que nos rodea, que si esto, que si lo otro, pero, ¿qué coño? es lo que nosotros hemos elegido. Hemos elegido vivir en un mundo lleno de hipocresía y falsedad. Bueno, más que elegido, es lo que hemos creado. Es nuestra gran obra. Creamos jerarquías día a día aparentemente intraspasables, vamos creando muros a base de prejuicios, hasta que llega el día en que nos hundimos en nuestra propia mierda. Y entonces se nos ocurre la brillante idea de criticar a los líderes, esos que día a día vencen sin convencer. Pero una vez más, no nos damos cuenta de que ha sido elección nuestra. Porque los primeros que vencemos sin convencer somos nosotros mismos, creyendo que engañamos al mundo con nuestras falsas ideas, cuando es él, el que una vez más, nos engaña a nosotros. Y así, generación tras generación, se crean borreguitos que no salen del rebaño ni a tiros, y todo, ¿por qué? ¿miedo? ¿hipocresía? ¿egoísmo? qué más da, todo es lo mismo, la misma basura. El mundo lo que necesita es alguien que se atreva a salir del montón y a cambiar lo que otros no son capaces de hacer, que escuche lo que gritan las calles, los parques. Lo que grita el mundo y nadie se atreve a oír.
Y cuando digo "alguien" me refiero a muchos, y cuando digo "muchos" me refiero a todos.
lunes, 7 de mayo de 2012
S.
Cómo son las cosas. Parece que fue ayer cuando jugaba con mis primos al pilla-pilla en la alameda, al escondite inglés o simplemente a saltar en los bancos. Parece que fue ayer cuando le suplicaba a mis padres ir al Miguel ángel a tomarnos unas rabas. O cuando iba a Juguettos a elegir un regalo de cumpleaños. Parece que fue ayer cuando bajaba de la mano de mi abuela a la calle Burgos a por un helado de regma. Parece que fue ayer cuando me despedía por primera vez moviendo la mano desde la alameda a un lado y a otro de la acera, San Fernando y Vargas, donde las dos familias se asomaban al balcón para seguirnos con la mirada hasta que desaparecíamos con el coche. Alameda que me ha visto crecer, madurar, reír hasta llorar y llorar hasta reír. Alameda de recuerdos. De niñez, de adolescencia. Alameda querida...
Las cosas fáciles se vuelven tan difíciles…
Que ni todo lo que sube, baja; ni todo lo que va, vuelve.Que el tiempo pasa sin esperar a nada ni a nadie, y no perdona. Lo de ayer ya no es lo de hoy, ni lo de mañana. Las cosas cambian con el tiempo y aunque intentes evitarlo, es inútil. Los sentimientos dejan de ser los mismos con el paso de los años, pero el ser humano es tan estúpido que intenta retenerlo el mayor tiempo posible, como si pudiera ponerse delante de una puerta y evitar que se fuera. Ese es el peor error, la ingenuidad, creer que algo que se ha ido, volverá a estar, intacto, como si la vida no le afectara. Y a lo único que te conduce es a la autodestrucción, decepción tras decepción te vas a haciendo daño hasta que tu cuerpo no es capaz de soportar el dolor. Hasta que empieza a ser, incluso, algo físico. Y ¿qué haces? Llorar. Como si esa fuera la mejor opción, como si fuera la única opción.
Pero te diré algo, las lágrimas no hacen que algo que se ha ido, vuelva, ni hacen que una persona que ya no te quiere vuelva a hacerlo.
viernes, 4 de mayo de 2012
Hey there delilah
Cuando dos
personas se quieren, pero se quieren de verdad, pero no hay manera de que
congenien, ¿cuándo es el momento de decir se acabó?
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Era una
pregunta pretenciosa... Cuando dos personas se quieren, pero se quieren con
sinceridad, el momento de decir "se acabó" es nunca.
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jueves, 3 de mayo de 2012
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