Que ni todo lo que sube, baja; ni todo lo que va, vuelve.Que el tiempo pasa sin esperar a nada ni a nadie, y no perdona. Lo de ayer ya no es lo de hoy, ni lo de mañana. Las cosas cambian con el tiempo y aunque intentes evitarlo, es inútil. Los sentimientos dejan de ser los mismos con el paso de los años, pero el ser humano es tan estúpido que intenta retenerlo el mayor tiempo posible, como si pudiera ponerse delante de una puerta y evitar que se fuera. Ese es el peor error, la ingenuidad, creer que algo que se ha ido, volverá a estar, intacto, como si la vida no le afectara. Y a lo único que te conduce es a la autodestrucción, decepción tras decepción te vas a haciendo daño hasta que tu cuerpo no es capaz de soportar el dolor. Hasta que empieza a ser, incluso, algo físico. Y ¿qué haces? Llorar. Como si esa fuera la mejor opción, como si fuera la única opción.
Pero te diré algo, las lágrimas no hacen que algo que se ha ido, vuelva, ni hacen que una persona que ya no te quiere vuelva a hacerlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario